sábado, 26 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Transición Fuego-Agua (III)


LA PARÁBOLA DE LA SEMILLA QUE CRECE

26 Decía: El reino de Dios es como un hombre que arroja la semilla en la tierra, 27 y ya duerma, ya vele, de noche y de día, la semilla germina y crece, sin que él sepa como. 28 De si misma da fruto la tierra, primero la hierba, luego la espiga, enseguida el trigo que llena la espiga; 29 y cuando el fruto está maduro, se mete la hoz, porque la mies esta en sazón.

Difícilmente podríamos explicar de un modo tan sencillo el funcionamiento de las leyes cósmicas, como lo hace Jesús con esta parábola. La Voluntad del Padre, como ya hemos dicho en otros puntos de esta obra, tiene como Propósito que su Creación, el Hombre, crezca, evolucione y alcance como fruto su propia condición creadora. A partir de esa conquista, Él seguirá ascendiendo en la escalera evolutiva, y la humanidad, convertida en Dios, podrá desarrollar un nuevo Proceso Creador.

Todo el misterio del reino del Padre se resume en sembrar; es decir, es preciso que hagamos uso de nuestra voluntad pues, de este modo, estaremos utilizando a nivel humano, el potencial divino. A partir de ese momento, una vez que hemos sembrado, que hemos movilizado nuestra voluntad, no importa si nuestra consciencia está dormida o, en cambio, está velando pues, la propia dinámica creadora, dirigida por la Gracia y la Inteligencia Divina (Hochmah y Binah), se encargarán de que esa semilla germine, crezca y de frutos. Puede ocurrir que, nuestra Voluntad-semilla, esté en malas condiciones y, cuando germine y crezca, nos encontremos con que el fruto es amargo. No importa pues, el proceso de evolución, nos llevará a sembrar de nuevo, buscando mejorar nuestra anterior cosecha.

Es importante que comprendamos por qué aparece este mensaje en la dinámica Sagitario-Cáncer. Con el Fuego, la semilla-voluntad ha sido movilizada; al penetrar en la fase del Agua-Cáncer, esa semilla deberá enraizar. Si nuestras emociones-deseos duermen, es probable que esa semilla crezca en nosotros sin que sepamos lo que está ocurriendo verdaderamente; seremos inconscientes y, dado que no nos hemos identificado con ella, cuando aparezca como fruto en nuestra Tierra-vida, tal vez no reconozcamos que se trata de la semilla que hemos sembrado.

Recuerdo el caso de una chica cuyo Programa Divino le demandaba que se proyectase en desarrollar una actitud donde poder poner de manifiesto su capacidad de servicio, enfocado en el sector de la marginación y el mundo del necesitado. En cierto momento de su vida, sintió la necesidad de estudiar, y sus deseos le llevaban a orientarse hacia la profesión de ATS. Cuando fue a presentar la solicitud de admisión, una amiga que la acompañaba, le sugirió que se presentara también para estudiar Trabajo Social. Ella no lo veía claro, pues lo que le gustaba en verdad era ser ATS. No obstante, se dejó llevar por la sugerencia de su amiga y también solicitó para Trabajo Social.

Paso el tiempo, y salieron las listas de admitidos para llevar a cabo los estudios en cada una de las universidades. Ella no fue admitida en ATS, por no tener suficiente nota, y aquella desilusión la llevó a olvidarse de su otra solicitud. Ocurrió, mientras tanto, que sus compañeros la animaban para que se informara en la Escuela de Trabajo Social, pues todavía era posible que fuese admitida, pero a ella no le seducía la idea. Sin embargo, aquella voluntad-semilla sembrada en su momento, fue gestándose y, aunque ella "dormía", la semilla germinó y creció hasta que llegó el día en que se convirtió en fruto, pues recibió una notificación de admisión a su solicitud de iniciar estudios de Trabajo Social.

El impulso del Arquetipo Crístico ha sido sembrado y, seamos o no conscientes de ello, llegará el día en que germine y de frutos. Dos mil años han transcurrido desde que Jesús nos dejara su semilla en nuestra tierra humana. Ahora que nos encontramos en los comienzo del tercer milenio, la fase Vav del proceso Crístico se activará, y lo que hasta ahora ha sido un impulso que ha despertado nuestra naturaleza interna, se convertirá en obra externa. El amor formará parte de nuestro poder ejecutivo, de nuestros actos. Exteriorizaremos amor, conviviremos en amor, compartiremos el amor. La semilla del amor será conocida por todos, y la igualdad pondrá fin a las diferencias existentes entre los hombres.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Transición Fuego-Agua (II)



DEBER DE CONOCER EL MISTERIO DEL REINO

21 Deciales: ¿Acaso se trae la candela para ponerla bajo un celemín o bajo la cama? No es para ponerla sobre el candelero? 22 Porque nada hay oculto sino para ser descubierto y no hay nada escondido sino para que venga a la luz. 23 Si alguno tiene oídos, que oiga. 24 Deciales: Prestad atención a lo que oís. Con la medida con que midiereis se os medirá y se os añadirá. 25 Pues al que tiene se le dará y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

El mensaje evangelizador de Jesús, no podemos limitarlo inscribiéndolo en un momento histórico y temporal puesto que no iba dirigido para una época en concreto, ni para un tipo de cultura en especial. Su mensaje estaba trazando el camino de retorno hacia el origen de nuestra andadura evolutiva. El y su Obra, deben convertirse en la ruta que debe tomar el viajero, llamado hombre, y al final de ese sendero nos aguarda nuestra verdadera patria, la Morada del Padre, nuestro Creador.

El camino no se anda en un solo "día" y, por mucha prisa que tengamos por llegar, no podemos hacerlo mientras que otros, nuestros hermanos, se queden detrás.

Cada episodio, cada pasaje del evangelio, ha de servirnos para conocer el paisaje con el que nos vamos a encontrar cuando estemos cruzando uno de los muchos puntos del camino.

Nos encontramos en los confines de un proceso de Transición entre Sagitario y Cáncer, y si parafraseamos el mensaje de Jesús, ¿acaso se trae el Fuego-Sagitario para no utilizarlo?, es decir, ¿vamos a ocultar la Luz y permanecer en la oscuridad? ¿No es la Luz para alumbrar?, pues dejemos que penetre en la naturaleza humana-emociones y produzca la revelación de la verdad, de la Nueva Consciencia.

Ese es el mensaje del Sagitario cuando se encuentra penetrando en la tierra humana, una tierra oscura e ignorante. La Voluntad del Padre, el Propósito Divino, debe conocerse. Nuestra naturaleza de deseos, alimentada por sentimientos divididos, debe conocer que existe la unidad y, cuando esto ocurre, debemos exaltar la Luz, desear la Luz, amar la Luz.

Ya hemos hecho referencia, en el punto anterior, a que el verdadero conocimiento ha permanecido a lo largo de la historia en manos de las Escuelas de Misterios. Esto ha sido así, explicábamos, porque la inmadurez de los Vehículos humanos no les permitía asimilar y Trabajar armoniosamente con ese saber. Ahora bien, no debemos permanecer por mucho tiempo formando parte de la muchedumbre a la que el conocimiento le es dado en un nivel inferior, en parábolas. Debemos acercarnos a Jesús-Cristo, estar en torno suyo y, si es posible, formar parte de sus discípulos, pues esto significará que habremos alcanzado los Trabajos de Adaptación al nuevo Arquetipo que El representa, el Amor. Por ello, cuando Jesús pase por nuestro lado, nos llamará para que lo sigamos. Siendo seguidores del Maestro, sí podremos colocar "la candela" sobre el candelero, pues la evolución exige que nada quede oculto. La Luz-Fuego, al penetrar en la Oscuridad-Agua, debe conseguir que la fusión sea armoniosa.

En la medida en que nuestras Aguas utilicen el Fuego-Luz, asimismo, entenderemos los Misterios Divinos. Si en nuestros deseos hay amor, el amor inscrito a la Luz de Cristo vendrá a enriquecer nuestro potencial amoroso. Ahora bien, si la Luz no encuentra en el Agua ningún deseo por recibirle cuando el Arquetipo Crístico esta fluyendo, es decir, cuando la evolución nos llama a desarrollar el atributo Amor, entonces, todo lo que hemos alcanzado hasta ahora nos será quitado, es decir, corremos el peligro de permanecer petrificados en nuestra vieja consciencia.


Luna Llena de Navidad 2015

El día de Navidad coincidirá con la Luna en fase llena por primera vez desde el año 1977 y que no volverá a pasar hasta el 25 de diciembre de 2034. Se trata de la primera Luna llena del invierno, que comenzó el 22 de diciembre. Concretamente, el satélite llegará a su máximo esplendor a las 12.11 horas del día de Navidad (hora peninsular española). EL MUNDO/EUROPA PRESS

La noticia publicada en el día de ayer en la edición digital de El Mundo es, para los amantes de los acontecimientos astronómicos,  cuanto menos curiosa. Según nos informa desde la NASA, "La Luna llena de diciembre, que es el última del año, se llama Fría Luna Llena, debido a que las noches de este mes están en su etapa más larga y oscura y durante este mes el frío del invierno se mantiene fuerte". 


Continua el artículo diciéndonos: "Del mismo modo, los expertos indican que, a lo largo del este último mes del año la Luna está por encima del horizonte durante mucho tiempo y en su fase llena tiene una alta trayectoria en el cielo, porque se enfrenta a un Sol bajo en el horizonte".


Siempre me ha fascinado el simbolismo de la Luna Llena y no me estoy refiriendo a su manifestación externa, que sin duda es hermosa e inspiradora. Recuerdo, que cuando inicié mis estudios en astrología, en el capítulo dedicado a los Aspectos Planetarios, me encontré por primera vez con el significado de la Luna Llena. Me llamó la atención que existía cierta disparidad de criterios entre los autores que habían dedicado su saber a explicar el significado de tal Aspecto o relación planetaria. En astrología, al Aspecto que se produce cuando los planetas se encuentran a una distancia de 180º se le conoce como Oposición. Cuando los planetas, Sol y Luna, están en Oposición, a nivel astronómico dicho acontecimiento se conoce como Luna Llena.

La disparidad a la que me he referido anteriormente se fundamenta a la hora de clasificar a dicho Aspecto Planetario entre los catalogados como Aspectos Benéficos o Maléficos.
La gran mayoría defienden la teoría de que la Oposición debe ser considerado como un Aspecto Maléfico. Pero también, hay autores que opinan lo contrario. Personalmente, no participo de la opinión de clasificar los Aspectos bajo esa visión dualista, pero debo reconocer, que existe mucha literatura que defiende dicha clasificación, argumentando que los efectos visibles de un Aspecto, son evidentemente clasificables en "buenos o malos".
Desde mi punto de vista, dichos conceptos duales pertenecen a una visión de la astrología basada en las creencias y argumentos del ego, cuyo principio más sólido es que "somos seres separados". Pero no me voy a parar en esta cuestión, que nos desviaría del propósito de la reflexión que quiero compartir con relación al significado de la Luna Llena de la Navidad.

Veamos que información nos aporta la Luna Llena-Oposición, sabiendo que nos relaciona dos Signos opuestos.

Es necesario recordar que los Signos Astrológicos se dividen en Cuatro Elementos: Fuego, Agua, Aire y Tierra.

Una simple reflexión sobre las características propias de dichos Elementos nos lleva a afirmar que entre dichos Elementos existe armonía o desarmonía. Por ejemplo, el Fuego y el Agua, son Elementos que no se pueden integrar, pues el exceso de Fuego, hace que el Agua se evapore o por lo contrario, el exceso de Agua, hace que el Fuego de apague.

Sin embargo, cuando dos Signos se encuentran en Oposición, como es el caso de la Luna Llena, los Elementos que se relacionan, a pesar de ser opuestos, son Complementarios, es decir, se necesitan uno al otro. Por ejemplo, el Fuego está opuesto al Aire (Aries está en Oposición con Libra; Leo con Acuario y Sagitario con Géminis). ¿Qué ocurre cuando un fuego se ve privado de oxígeno (Aire)? Se extingue, se apaga. Es por ello que decimos que el Fuego, para su manifestación necesita el Elemento opuesto, el Aire.

Veamos cómo se aplica esta cuestión a la Oposición Tierra-Agua, Elementos que se encuentran activos con la Luna Llena de Navidad, dado que el Sol ocupa el Signo Cardinal de Tierra, Capricornio y la Luna, ocupa el Signo Cardinal de Agua, Cáncer.

En esta Oposición se mezclan la Tierra, cuyo significado espiritual es la "materialización de la energía", y por otro lado, el Agua, cuyo significado espiritual es el "potencial de las emociones y deseos". Es lógico pensar que la Tierra, necesita del Agua, para que todo florezca y aporte sus frutos, es decir, sin el potencial de las emociones no conseguiremos llevar a cabo nada a nivel práctico. De igual modo, sin la Tierra, el Agua no tendría un espacio donde existir; sin los límites que establece el espacio físico, ¿cómo podría conservarse el Agua?, o lo que es lo mismo, ¿sin el propósito de vivir la experiencia terrenal, no existiría el deseo, ni la emoción? ¡Guau...! Es para reflexionar.

Bien, nos trasladamos al 25 de Diciembre de 2015. Los Luminares en su danza celestial alcanzan la relación de Oposición y activan los Signos de Capricornio y Cáncer.

Capricornio es el Arquetipo Cósmico que nos enseña la experiencia propia protagonizada por un arquitecto, es decir, nos enseña a diseñar físicamente las verdades que nuestro Ser nos inspira desde el Cielo, esto es, desde nuestra personalidad espiritual (divina). Esto es así, dado que nuestra andadura comenzó bajo la tutela de Aries, representante de nuestro Yo Espiritual. Por lo tanto, Capricornio, nos invita a construir en la Tierra el modelo del Cielo o lo que es lo mismo, a construir una realidad basada en las Leyes de Dios.

En ese mismo eje de Fuerzas, nos encontramos, en el lado opuesto, a Cáncer. Este Arquetipo nos enseña a integrar el Ser Divino en nuestra naturaleza emocional, de modo que seamos capaces de sentir y amar a nuestro Yo Espiritual, nuestra verdadera y única condición. Cuando el Fuego-Yo Espiritual alcanza la puerta que nos conduce al descubrimiento de nuestra emocionalidad, se produce la visión de la individualidad. Mientras que nos encontramos en la dinámica del Fuego, el Ser se evidencia formando parte de la Unidad con su Creador. Cuando se produce el tránsito al Elemento Agua, atendiendo al proceso de aprendizaje de los Elementos Creadores, la visión de la Unidad se ve enturbiada con la visión de la individualidad. Este proceso es crítico pues, en su fase infantil de aprendizaje, ha llevado al Hijo de Dios a identificarse con la "separación", con la "dualidad". Sería largo de contar, pero cabe decir, que el tránsito del Alma por la dinámica del Agua ha quedado recogido en pasajes tan significativos como la división de los sexos, la expulsión del Paraíso y posteriormente, como el Diluvio Universal. En todos estos escenarios espirituales, se evidencia la misma verdad, la dificultad de integrar el Fuego con el Agua.

Por lo tanto, dicho lo dicho, la Luna Llena de Capricornio, nos sitúa ante uno de los acontecimientos espirituales más importantes que podemos recapitular anualmente. Lo que lo hace especial, en esta ocasión, es que se renueve el mismo día de Navidad, donde se celebra la Natividad del Mesías, del mensajero del Padre, del Liberador del Pecado y de la Culpa, del Cristo.

¿Qué nos anuncia este Evento Estelar? Nos anuncia que es la hora de hacer visible nuestro verdadero Ser: El Cristo.

Recuperar nuestra verdadera identidad, desde la misma puerta por donde se puso de manifiesto la "dualidad", desde el Arquetipo de Cáncer, nos llevará a re-conocer, el Ser que Somos: Hijos de Dios. 
Ese Cáncer-Deseo debe mirar a su Opuesto, a su Unidad -Capricornio- como la Tierra propicia donde descubrir que no somos un cuerpo físico, separados del resto de cuerpos, sino, que somos el Hijo de Dios y que cada hombre en la Tierra, es el rostro impecable, inocente y perfecto de Dios. Esa es la enseñanza que debe convertirse en una realidad en la Tierra de Capricornio. El mundo debe convertirse en la Nueva Jerusalem, de la que nos habla las Santas Escrituras. Para ello, tan solo debemos derramar nuestras Aguas Puras de Cáncer, esto es, nuestros sentimientos más elevados, en la Tierra fértil de miel y leche, representada por Capricornio, esto es, llevar a la experiencia nuestros valores espirituales, comenzando por el perdón, la piedra filosofal que ha de redimirnos de la creencia en el pecado y en el castigo.

No se te habrá pasado por alto, que el exceso de Agua, provoca inundaciones, impidiendo a la Tierra manifestar su potencial. Un defecto de Agua, provoca sequías, impidiendo a la Tierra hacer crecer sus riquezas. Tan solo el Amor bien expresado, logrará que nuestra Tierra de frutos en abundancia y consigamos que el Cielo se haga tangible en el mundo.

¡Feliz Luna Llena y Feliz Navidad!

jueves, 24 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Transición Fuego-Agua (I).

LA PARABOLA DEL SEMBRADOR
1 De nuevo comenzó a enseñar junto al mar. Había en torno de El una numerosísima muchedumbre, de manera que tuvo que subir a una barca en el mar y sentarse; y la muchedumbre estaba a lo largo del mar, en la ribera.

Aunque la astrología convencional, en el estudio de los signos del zodíaco, hace referencia tan solo a Doce Arquetipos, divididos en Cuatro Elementos básicos, un estudio más profundo, y basado en las claves cabalísticas, nos revela que la aplicación de las Leyes creadoras, en los signos YOD-HE-VAV-2º HE, introducen un nuevo estadio que se corresponde con el proceso de Transición entre los Elementos. Así, el número de etapas que sigue la consciencia desde el Fuego, hasta la culminación en la Tierra, es de 16, correspondiéndose las cuatro fases de Transición, con la cuarta fase del proceso creador, el 2º He-Yod.

La primera fase de Transición es la correspondiente a los Trabajos de culminación del Elemento Fuego y la penetración en el Elemento Agua. Esta dinámica se fundamenta en un proceso lógico en el desarrollo de la consciencia. La propia experiencia nos confirma que los cambios no se producen drásticamente. No pasamos de la infancia-Fuego a la adolescencia-Agua en un abrir y cerrar de ojos. El proceso de adaptación, que se correspondería aproximadamente con la edad de diez a catorce años, definiría la etapa de Transición del Fuego al Agua, de Sagitario a Cáncer.

Marcos, al comenzar el capitulo IV, sitúa la consciencia en la secuencia de Transito de Sagitario a Cáncer, indicándonos que, de nuevo comenzó a enseñar -Sagitario- junto al mar Cáncer. Ya hemos estado hablando sobre la función exteriorizadora de Sagitario, con el propósito de alumbrar el mundo que nos rodea. La alusión al "mar" nos indica la presencia del nuevo Elemento, el Agua.

Cuando, en nuestro proceso evolutivo, el impulso Crístico-Amor alcanza el nivel de nuestro Cuerpo Emocional, se produce una experiencia de iluminación que movilizará hacia la Luz a una numerosísima muchedumbre.
Cuando nuestros deseos se descubren poseedores de la Luz, se corre el peligro, ya antes mencionado, de sentirnos exaltados emocionalmente, alcanzando un nivel hasta ahora desconocido y, deslumbrados por ese sentimiento tan elevado, nos comportamos de modo que, nuestras acciones pueden hacer peligrar el verdadero impulso Crístico.

Ya en el capitulo anterior se produjo una situación similar. Jesús actuó del mismo modo cuando la exaltación de su Luz eleva prematuramente las emociones, se ve en la necesidad de montarse en una barca. Este acto de prevención es muy importante que sea bien comprendido pues, si nos dejamos llevar por la iluminación del momento sin haber conseguido verdaderamente controlar el impulso de nuestras emociones, podríamos ahogar la consciencia Crística.

"El subió a la barca, y se sentó". ¿Cómo debemos interpretar esta acción? Sabemos que Jesús, en este pasaje, se encuentra identificado con el Arquetipo de Sagitario. Por lo tanto, podríamos descifrar este mensaje del siguiente modo: Sagitario penetra en Cáncer, y el impulso motor, Yod-Fuego, alcanza la naturaleza gestadora, He-Agua, quedando en espera de afrontar los nuevos Trabajos (se sentó).

Los Trabajos de Transición se caracterizan, precisamente, por esta dinámica de reflexión. Se trata de integrar las energías de un Elemento a otro. El "sentarse", en este pasaje, es una fase análoga al sueño, en relación con la vigilia. Durante la noche, estamos "transbordando" las experiencias del día, las cuales pasan a formar parte de nuestra naturaleza anímica. Durante el transito de la muerte a la vida, ese periodo, aparentemente pasivo, es precisamente muy activo pues, se realizan los Trabajos de preparación de la nueva existencia.

No es casual que se repitan en este capítulo las mismas experiencias del proceso anterior. A partir de este punto, abordaremos nuevos Trabajos y las tendencias anímicas deben encontrarse en el lugar adecuado, "a lo largo del mar, en la ribera" pues, a esa "muchedumbre" va dirigido el mensaje en esta instancia.

2 Les enseñaba muchas cosas en parábolas, y les decía en su enseñanza:
Jesús, se dirige al Cuerpo Emocional haciendo uso de una técnica de enseñanza dirigida especialmente a ese nivel de comprensión. En verdad, se trata de comunicarse con el lenguaje adecuado a la estructura psíquica llamada "emoción". Si, en vez de tratarse del Cuerpo Emocional, el encargado de recibir el mensaje Crístico fuese el Cuerpo Mental, Jesús habría utilizado otro método de enseñanza, adaptado a las capacidades de comprensión de dicho cuerpo.
La parábola es el lenguaje del Espíritu-Fuego para impregnar con su Verdad la naturaleza emotiva. En esta técnica se trabaja sobre la imaginación creadora -Agua-. Se trata de llevar la Luz-Fuego al cuerpo imaginativo haciéndole vivir, en imágenes internas, la fuerza y el mensaje de la Verdad. La identificación emotiva, aunque no comprende el razonamiento, captará el mensaje profundo que se trata de enseñar.

3 Escuchad: salió a sembrar un sembrador, 4 y al sembrar, una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron. 5 Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y al instante brotó, por no ser profunda la tierra; 6 pero en cuanto salió el sol se marchito, y por no tener raíz, se secó. 7 Otra parte cayó entre espinas y al crecer estas, la ahogaron y no dio fruto. 8 Otra cayó en tierra buena y dio fruto, que subía y crecía, dando uno treinta, otro sesenta y otro ciento. 9 Y decía: el que tenga oídos para oír que oiga.
Es importante que el aspirante adopte la actitud de escuchar. Para Jesús-Amor, es sumamente importante que nuestros deseos estén dispuestos a escuchar. No es necesario realizar ningún otro Trabajo. No se trata de exigirnos sacrificios, renuncias, autocastigos, etc, tan sólo escuchar pues, al finalizar su mensaje, es decir, cuando nos ha comunicado la verdad que debe ser interpretada, captada, sentida por nuestro Yo Emotivo, nos dirá: "el que tenga oídos para oír, que oiga".

Es obvio que el Maestro no se estaba refiriendo a la capacidad de audición del oyente; no es al oído físico a lo que esta aludiendo, sino a ese otro oído interno que en verdad debe permanecer constantemente en situación de escucha. Se trata de la consciencia. No podremos permanecer dormidos mientras podamos "oír". Ahora bien, si nos relajamos, si nos despreocupamos de poner atención a la voz de nuestro Yo Espiritual, y si nos dejamos llevar por las voces de las diferentes tendencias materiales, entonces, tendremos verdaderos problemas para captar el mensaje de nuestro Ego, no tendremos oídos para oír

¿Cuál es el mensaje de la parábola de Jesús? ¿Por qué la primera manifestación en la antesala del Mundo Emocional, Cáncer, su mensaje habla de la parábola del sembrador?

Si hemos entendido bien las explicaciones que hemos ido desarrollando en esta obra con relación a los Elementos y las fases del proceso creador, comprenderemos que, el Fuego-Yod representa la semilla divina que debe ir creciendo hasta convertirse en fruto, cuando culmine su Trabajo en el Elemento Tierra.

Siendo esto así, los tres primeros capítulos, que hemos estudiado hasta ahora, nos han enseñado a utilizar correctamente esa semilla (Designio Divino-Voluntad del Padre).

Ahora se trata de que nuestra consciencia emotiva aprenda a amar esa semilla o lo que es lo mismo, desee Trabajar para que la Voluntad del Padre -nuestro Yo Superior- alcance su Propósito.

Jesús, con la parábola del sembrador, se dirige directamente a la consciencia y le enseña las cuatro fases que sigue el proceso de siembra, es decir, la capacidad de amar lo Superior dependiendo del tipo de conciencia emocional que se tenga.

En primer lugar nos describe una calidad emocional indiferente, despreocupada; es el sembrador que no cuida su semilla, malgasta la energía espiritual, que cae junto al camino pero no en él; es decir, no sigue la ruta trazada por el Yo Superior y, actuando así, alimentará a las aves. ¿Qué representan esas aves? La capacidad de volar, de dominar el aire, nos hace referencia a los Trabajos del Cuerpo Mental. El pensamiento, Aire-ave, cuando se esta Trabajando en la maduración del Cuerpo Emocional, interfiere la Obra de un modo negativo puesto que, si no hemos conseguido amar, dominar los sentimientos, difícilmente estaremos en condiciones de dominar el pensamiento ya que, al tratarse del ultimo Cuerpo adquirido en el proceso evolutivo, es sobre el que menos control tenemos.

Por lo tanto, esas "aves", en el contexto en el que aparecen, son unas intrusas, como intrusa fue la aportación de los Luciferes en otra etapa de la evolución de la humanidad. El deseo excesivo de conocimiento nos hace despreocupados en lo concerniente al amor; la ciencia y la fe-amor han caminado separadas en los últimos años, en los que hemos visto cómo ese afán de conocer, no ha tenido prejuicio para sacrificar seres vivos.

Por lo tanto, el deseo inmoderado de conocimiento, unido a nuestra indiferencia emocional, hará que la semilla divina no crezca.

Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra... por no tener raíz se secaría. En efecto, descubrimos en estas líneas una nueva disposición emotiva. Se trata de los que no tienen mucha sensibilidad, les falta realmente el suficiente elemento emotivo. Son poseedores de sentimientos, es más, incluso pueden ofenderse si se les juzga de insensibles, sin embargo, a la hora de la verdad, cuando se trata de que el amor que todo lo une, el amor que nos lleva a respetar la libertad ajena, se manifieste en nuestros actos, entonces, nuestra sensibilidad quedará estéril, pues no estará dispuesta a comprometerse tanto. No tiene verdaderas raíces; no ha adquirido autoseguridad emotiva; no tiene vocación, sino que las circunstancias le han llevado a tomar una determinación, y esta no está a la altura. Desde el momento en que el Sol sale en las vidas de estos sembradores, toda su Obra quedará marchita. Ese Sol es la Luz de la Consciencia, de la Verdad. Cuando es de día, difícilmente podremos ocultarnos, difícilmente podremos disfrazar nuestros verdaderos sentimientos.

Otra parte caería entre espinas, y al crecer éstas, la ahogaron y no dio fruto.

La calidad emocional que nos describe este sembrador, es muy común en nuestros días. De un modo consciente o inconsciente, nuestras emociones construyen a nuestro alrededor toda una selva de espinas que nos protegen de la invasión de otros sembradores. Es nuestro egoísmo que nos encierra en nosotros mismos, impidiendo que nadie pueda interferir en nuestro mundo íntimo, en nuestro mundo afectivo. A veces estos espinos están creados de sentimientos tan sutiles, que no nos percibimos de que están impidiendo crecer la semilla del verdadero amor. En el mundo del espíritu podremos descubrir verdaderas plantaciones de espinos, hectáreas y más hectáreas, que cultivamos con orgullo y dedicación. Las religiones, en su noble afán de sembrar la palabra de Dios entre los hombres, han sembrado verdaderamente entre espinos pues, a lo largo de la historia, hemos visto como ese amor, fanático y exclusivista, ha llevado al hombre a matar a su propio hermano por el simple hecho de no compartir su religión.

Si observamos lo que ocurre hoy en día, descubrimos que la historia se repite periódicamente, los espinos se clavan continuamente en el corazón del hombre llevándole a pedir venganza hacia su prójimo, olvidando que la semilla del Padre, es el Cuerpo de la Unidad.


Por ultimo, otra parte de la semilla cayó en tierra buena y dio fruto, que subía y crecía, dando unos treinta, otros sesenta y otros cien. Esa tierra buena, fértil y productiva, todos la llevamos dentro. Es la morada de Hochmah, el He Primordial, el óvulo femenino dispuesto a ser fecundado y generar. Es la tierra del amor que da lugar a la consciencia de la Unidad.


Cuando Jesús-Cristo se ha convertido en esa semilla que alcanza la tierra buena, el fruto que se obtiene permite a la consciencia emocional elevarse. Esa elevación, ciertamente se produce en la naturaleza humana, la cual, identificada con una personalidad de visión dividida y de sentimientos egoístas, "sube" hasta alcanzar la Esfera de Hochmah, donde renace una nueva personalidad con visión de la Unidad y de sentimientos altruistas.

Esa nueva visión -actitud amorosa- da fruto en todos los Centros de consciencia donde se desarrolla nuestra existencia, dando "unos, treinta", es decir, la plena realización en los niveles de Kether-Hochmah-Binah, multiplicados por diez, las etapas que corresponden al ciclo completo; otros, sesenta", es decir, la plena realización en los niveles de Hesed-Gueburah-Tiphereth; "y otros, cien", esto es, la plena realización en los niveles inferiores, Netzah-Hod-Yesod-Malkuth.

El número de frutos obtenidos en cada caso, nos está revelando algo muy importante que debemos conocer cuando es la naturaleza Crística la que se manifiesta en nuestra personalidad emotiva. 30, 60 y 100 son las cantidades que se obtienen tras haber conquistado con nuestros deseos los diferentes estados de consciencia que se desprenden de cada Plano-Cuerpo: Mental-Espiritual, Emocional y el Etérico-Físico.

Con Jesús, habitando en nuestros sentimientos, todos los vehículos trabajan al unísono, no hay objetivos diferentes, no hay metas que mantengan nuestra atención dividida. Un solo propósito movilizará nuestros deseos: Hacer la Voluntad del Padre, realizándonos como dioses en formación.

10 Cuando se quedó solo le preguntaron los que estaban en torno suyo con los doce acerca de las parábolas; 11 y El les dijo: A vosotros os ha sido dado a conocer el misterio del reino de Dios, pero a los otros de fuera todo se les dice en parábolas para que 12 mirando, miren y no vean; oyendo, oigan y no entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados.

Es necesario que el aspirante se familiarice con las distintas tendencias que anidan en su ser. Por un lado, se encuentran Jesús-Cristo, sus doce discípulos y los que están en torno suyo; es decir, el impulso Crístico que crece en nosotros, junto a los diferentes Obreros que Trabajarán para que El Maestro pueda realizar su mandato. Estas tendencias representan los valores del espíritu, el Fuego primordial, las semillas que han de crecer.

Por otro lado, nos encontramos con los escribas, fariseos y la muchedumbre que, como hemos visto, representan las viejas tendencias arraigadas en el cumplimiento de la ley: la personalidad material.

En este pasaje, donde la dinámica Crística se encuentra en la tarea de integrar el Fuego-Semilla de Unión, en el Agua-Tierra de la División, nos revela Marcos cómo debemos hacerlo: “utilizando la parábola” ¿por qué?

Cuando Jesús se quedó solo, rodeado únicamente de sus discípulos y los que andaban en torno suyo, les dijo: A vosotros os ha sido dado a conocer el misterio del reino de Dios, pero a los otros de fuera todo se les dice en parábolas.

A los Obreros de la espiritualidad, a los verdaderos representantes de las Doce Esencias Divinas, del Espíritu, se le permite conocer los misterios del reino; y esto es así porque, en verdad, ellos forman ese reino, pues el Fuego conoce el Principio y la Voluntad del Creador. Sin embargo, "los otros de fuera", es decir, las demás tendencias, accederán a esos conocimientos en forma de parábola; es decir, la Luz, cuando penetra en el Agua, se convierte en parábola, se trata del ropaje que entiende ese vehículo. Desde ese nivel mirará y no verá; oirá y no entenderá. Esto es lo que verdaderamente ocurre con la Luz cuando se proyecta en el Agua, se deforma, y aun mirando, no veremos; oyendo, no entenderemos. Para conseguir el conocimiento de primera mano, vía iluminación, será necesario convertirnos; nuestras emociones deben convertirse en Amor-Luz; es decir, debemos elevarnos hasta la Esfera de Hochmah, donde seremos perdonados, y donde recibiremos un verdadero bautismo de sabiduría.

El conocimiento de los misterios de la obra divina ha permanecido oculto a lo largo de la historia del hombre. Ese saber fue comunicado por los Grandes Seres Espirituales a los hombres más evolucionados, en los albores de la humanidad. Desde entonces, ha sido custodiado celosamente en Escuelas Herméticas, donde tan solo se podía acceder tras superar duras pruebas. Con este comportamiento, los guías han actuado como Jesús obró con sus discípulos El sabía que poner el conocimiento, el poder, en manos de la muchedumbre, es decir, de la turbulencia emocional, sería lo mismo que dar fuego a un niño pequeño, los resultados serían destructivos. Así pues, es preciso obrar con precaución cuando nos encontremos en nuestro camino a hermanos que buscan el conocimiento con el único propósito de utilizarlo para satisfacer fines egoístas.

A ellos, hay que hacerle llegar las enseñanzas en forma de parábola, es decir, adaptada a su capacidad de entendimiento. Los cuentos de hadas tienen el mismo poder que la parábola para despertar la consciencia en aquellos niveles donde un exceso de luz-verdad, puede ocasionar daño. La identificación del niño con los personajes de los cuentos, le permite adquirir las cualidades propias del héroe, le permite liberar las energías negativas reprimidas que siente hacia su madrastra, cuando odia internamente a la bruja malvada.

A través de la parábola, el pueblo emocional, nuestras tendencias emotivas, sabrán captar el mensaje subliminal que nos transmite.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Sagitario (VI)

LA VERDADERA FAMILIA DE JESÚS

31 Vinieron su madre y sus hermanos, y desde fuera le mandaron a llamar. 32 Estaba la muchedumbre sentada en torno de El y le dijeron: Ahí fuera están tu madre y tus hermanos, que te buscan. 33 El les respondió: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? 34 Y echando una mirada sobre los que estaban sentados en derredor suyo dijo: He aquí a mi madre y a mis hermanos. 35 Quien hiciere la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.

Hemos visto, como el estado de consciencia que despierta en nosotros Jesús, comienza su andadura tras los Trabajos previos realizados por Juan el Bautista. Podemos decir, que su origen se encuentra en la figura de Juan, el representante del Mundo Material.

Ahora, el autor nos presenta a la madre y hermanos del Maestro. Es indudable que su familia representa el seno en donde ha nacido; la etapa anterior a su nacimiento está representada por su madre, lo femenino, la madre Tierra, y las energías que han crecido con Él, por sus hermanos materiales. Es lógico que, representando facetas de su naturaleza humana, no formen parte de su naturaleza interna, de la consciencia que proclama; es por ello, que le mandaron llamar desde fuera, desde el mundo exterior, el de la consciencia inferior.

En ese momento en el que se produce la llamada, Jesús estaba con la muchedumbre, transmitiéndoles el mensaje de la Nueva Consciencia, y lo hacía, como ya hemos dicho, en la dinámica de Sagitario.

Difícilmente podríamos expresar con más claridad y belleza, palabras que definieran los Trabajos de este Signo como las pronunciadas por Jesús: ¿Quién es mi madre y mis hermanos?, o lo que es lo mismo, ¿Acaso mi madre no es el universo, y mis hermanos, todos los hombres? ¿Acaso no he superado el mundo de la división, de las individualidades, el mundo de la Columna de la Izquierda y he conquistado el mundo de la Unidad? Luego, si es así, ¿cómo podríamos identificarnos con una sola madre, cuando toda la Tierra en si misma es nuestra verdadera Madre?

El Sagitario debe hacerse interiormente ese discurso, y debe compartirlo con los demás en su propósito de alumbrar al mundo. Debe mirar a todos y cada uno de los hombres y decirles:

"He aquí a mi madre y a mis hermanos. Quien haga la Voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre".

martes, 22 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Sagitario (V)

REPLICA DE JESUS A LOS ESCRIBAS

23 Llamoles a si y les dijo en parábolas: ¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? 24 Si un reino esta dividido contra si mismo, no puede durar. 25 Y si una casa esta dividida contra si misma, no podrá subsistir. 26 Si, pues, Satanás se levanta contra si mismo y se divide, no puede sostenerse, sino que ha llegado a su fin. 27 Mas nadie puede entrar en la casa de un fuerte y saquear su ajuar si primero no ata al fuerte, y entonces saqueara la casa. 28 En verdad os digo que todo les será perdonado a los hombres, los pecados y aun las blasfemias que profieran: 29 pero quien blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, es reo de eterno pecado. 30 Porque ellos decían: Tiene espíritu impuro.

En este pasaje, se pone una vez más de manifiesto la característica principal del Evangelio de Marcos, la lógica. Nos describe el autor a un Jesús con una capacidad de discernimiento, que deja a cuantos tratan de confundirlo sin argumentos. Él, el máximo representante del amor, el gran Unificador, deja muestras de su esencia enseñándonos, que ningún reino dividido en si mismo puede durar. El mundo de la división, esta sujeto a la ley de Jehová. El mundo material, el mundo donde la división se hace realidad, en la multiplicidad de formas, es un mundo perecedero. En cambio, el mundo construido con las energías del amor se eleva formando una sola nación.

Jesús nos describe, en este pasaje, un proceso inevitable que todos debemos afrontar cuando nuestro propósito es penetrar en la "casa del fuerte" y vencerlo. Ese "fuerte" hace referencia a los deseos convertidos en habito, después de haber sido alimentado una y otra vez. Para vencer ese condicionamiento, es preciso "atar al fuerte"; es decir, dominarlo, impidiéndole que actúe en nuestro interior; entonces podremos adueñarnos de su casa, de su energía.

¿Acaso podríamos dominar un hábito si no impedimos actuar las fuerzas que nos llevan a alimentar dicho hábito? Si queremos dejar de fumar, empecemos por querer dejar de fumar; y luego, no compremos cigarrillos.
A continuación, Jesús nos revela algo muy importante que todos debemos saber. A lo largo de esta enseñanza, hemos intentado poner de manifiesto la diferencia existente entre la consciencia de la ley y la consciencia del amor. Hemos dicho, que el amor esta por encima de la ley, que el perdón, hace innecesario el cumplimiento del karma, el peso del castigo. El arrepentimiento, unido al amor, nos libera.

Ahora bien, mientras que: 28 En verdad, todo les será perdonado a los hombres, los pecados y aun las blasfemias que profieran... 29 quien blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, es reo de eterno pecado.

"Pecar", es violar las leyes divinas, o lo que es lo mismo, abandonar la conciencia de unidad para dar lugar a una conciencia de separación y dualidad. Estas leyes están inscritas en el nombre sagrado JEHOVÁ., el máximo representante de la Columna de la Izquierda, la de la Ley. Nuestros pensamientos y nuestros deseos pueden llevarnos a cometer errores que vayan en contra de la ley, y Jesús, el amor, el perdón, nos advierte que "todos esos pecados", le serán perdonados al hombre. Ya hemos visto que, para despertar en nosotros esa fuente de purificación, es necesario que nos acerquemos a ella; o lo que es lo mismo, que se haya producido en nosotros, un arrepentimiento sincero, una toma de consciencia de nuestros errores.

Pero, si nuestro comportamiento nos lleva a blasfemar contra el Espíritu Santo, entonces, habremos endurecido tanto nuestro corazón, que nos habremos perpetuado en nuestro error; o lo que es lo mismo, corremos el peligro de quedar rezagados en el proceso evolutivo.

El Espíritu Santo, como hemos visto, es el que se encarga de exteriorizar la Voluntad del Padre. Para que el hombre tenga la oportunidad de actuar de acuerdo a ese Propósito, tiene a su alcance un largo proceso de aprendizaje donde se le ofrecen muchas oportunidades de reciclaje. Cuando va agotando cada una de estas vías, las experiencias se van endureciendo hasta que, por lo general, se despierta la consciencia al amor y se "ve" el camino a seguir. Cuando esto no ocurre, cuando el hombre se niega a seguir la Voluntad Divina y "blasfema" contra el encargado de revelarnos esa Voluntad, estaremos actuando en oposición a Dios. Estamos tomando una decisión muy importante; decidimos no aceptar formar parte de la "Obra Creadora"; renegamos de nuestra condición espiritual, y nos petrificamos; es decir, nos quedamos rezagados en el proceso creador, pues hemos decidido, de libre voluntad, no evolucionar, no aprender.

El amor Crístico, en la fase en la que lo estamos estudiando, la de Sagitario, debe revelar ese misterio a la humanidad, y sobre todo a nuestra consciencia. No debemos entender la replica de Jesús como una amenaza dirigida hacia los escribas y fariseos. No tendría sentido hacerlo cuando la misión es amar al mundo, porque el mundo es uno mismo. Se trata de iluminar el camino. El amor-perdón debe ser suficiente para despertar la consciencia hacia la unidad. No dejemos pasar la posibilidad que nos brinda Jesús para alcanzar la verdad, para acercarnos al Padre, para descubrir nuestro Ser Espiritual.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Sagitario (IV)


DIVERSOS JUICIOS SOBRE JESUS

20 Llegados a casa, se volvió a juntar la muchedumbre, tanto que no podían ni comer. 21 Oyendo esto sus deudos, salieron para apoderarse de El, pues decianse: Esta fuera de si. 22 Los escribas, que habían bajado de Jerusalén, decían: Está poseído de Beelcebul, y por virtud del príncipe de los demonios echa a los demonios.

La hora de comer es una hora importante en el "tiempo" del aspirante. Debemos alimentarnos para poder sobrevivir pero, ¿qué alimentos debemos tomar cuando nos encontramos conquistando la consciencia Crística? ¿Dejaremos que Jesús pueda alimentarse, o nuestro ímpetu y ardor descontrolado le impedirá hacerlo? ¿Le acompañaremos nosotros a la mesa, o en cambio intentaremos apoderarnos de El?

Cuando nuestra opinión nos lleva a decir: "Esta fuera de si". Cuando interpretamos nuestras intuiciones como verdaderas locuras, entonces, estaremos engrosando ese pelotón que trata de apoderarse de El.

Es una realidad que experimenta nuestra consciencia cuando nos hemos sensibilizado tanto, que somos capaces de oír la voz de nuestro espíritu (Sagitario). Ocurre que, esa voz, nos transmite el ideal de una Nueva Consciencia, nos invita a salir de nuestra ciudadela para emprender la aventura de conquistar nuevas fronteras. Esa voz ya no nos habla de rigor, ni de leyes, no nos invita a satisfacer nuestros sentidos físicos; tan solo, nos anuncia que existe un estado que nos hará libres, que nos llevará a colaborar en la Obra de la creación, llevando a cada rincón de la Tierra, el mensaje que da sentido a la Existencia, el del Amor.

Pero, nuestros escribas, que encontrándose en lo más alto de nuestra espiritualidad dirigiendo nuestros actos -en la Jerusalén mítica- bajan hasta nuestra consciencia, nos argumentaran: "Esta poseído por Beelcebul, y dado que es el príncipe de los demonios, tiene el poder de echarlos". La rigidez de la consciencia, identificada con la ley, no puede darnos otra respuesta, pues no ha comprendido aín que el mal no puede vencer al propio mal, tan solo el amor, el perdón, puede arrojar a los demonios.

Este mensaje podemos traducirlo de otro modo. Los máximos representantes de la ley piensan que, los que ejercen el poder sobre la ley, son los únicos que pueden aplicar y vencer sobre la ley.

A lo largo de todo el proceso evangelizador de Jesús-Cristo se reproducirán, una y otra vez, escenas en las que las viejas tendencias tratarán de "desprestigiar" la labor del Maestro. La razón de estos enfrentamientos se resume en una negativa a aceptar adaptarse al nuevo impulso que necesariamente debe penetrar en nuestra consciencia. Por lo tanto, todos nuestros esfuerzos deben orientarse en conseguir que, un día, todo nuestro ser, todas nuestras tendencias, sirvan a la consciencia Crística.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Sagitario (III)

ELECCIÓN DE LOS DOCE

13 Subió a un monte, y llamando a los que quiso, vinieron a El, 14 y designó a doce para que le acompañaran y para enviarlos a predicar, 15 con poder de expulsar a los demonios.
Cuando el impulso espiritual alcanza la fase Vav-Sagitario, lo que estamos realmente diciendo es que la energía primordial, el propósito divino-creador, ha madurado lo suficiente para que se manifieste en su nivel exteriorizador. Es el momento de exclamar: "Hágase tu Voluntad Padre". Es ese y no otro, el programa que nos transmite el arquetipo de Sagitario: ser instrumentos de la divinidad, ser los mensajeros, los profetas, los que tracemos la ruta a seguir marcando nuevos horizontes.
¿Cuál es la Voluntad del Padre? Ya hemos visto en términos cabalísticos, que hablar de la Voluntad del Padre es hablar del Séfira Kether. De este Centro ha surgido nuestro Ser. De su Esencia ha emanado el Hijo de Dios; habiendo sido creado a su imagen y semejanza. Por lo tanto, cuando nos cuestionamos sobre su Voluntad, podemos contestar diciendo, que su Voluntad es que lleguemos a desarrollar la divinidad de la que somos portadores y en la que nos estamos formando.
El universo, antes de adquirir la forma con la que lo conocemos, era un "estado potencial" de información de infinitas posibilidades, que cabalísticamente se le conoce como "Zodiacales". La ciencia actual, y más concretamente, la física cuántica, se refiere a ese "estado potencial" como el "Campo" y los estudios más recientes, han demostrado que la materia surge de ese "Campo" cuando, el mismo, es observado. Si añadimos que el Hijo de Dios tiene la capacidad de dirigir su mente siguiendo su propia voluntad, diremos que la acción de prestar atención al Campo ha hecho posible la fabricación del mundo, tal y como lo conocemos. Lo que realmente estamos afirmando, es que el Hijo de Dios, es co-creador del universo en el que se manifiesta.

Si el hombre, como Hijo de Dios, ha sido creado de esos materiales -Zodiacales-, del Campo, es lícito pensar que su "Trabajo Divino", consistirá en hacer un correcto uso de esas energías. Debemos aprender a mezclarlas para crear de acuerdo a las leyes divinas. Ese es nuestro papel esencial, y ese es el mensaje que debe transmitir el Sagitario: movilizarnos hacia lo más elevado de nuestra consciencia, subiéndonos a un monte y, desde allí, llamar a las tendencias que verdaderamente trabajaran para la Obra, y no a otras. Con esta capacidad de decisión, lo que en verdad debemos entender es que, cuando alcanzamos un nivel de consciencia, conocemos las energías. con las que debemos Trabajar; y tanto es así que, como hiciera Jesús, ponemos nombre a esas tendencias, como le sucediera con Simón, al que puso por nombre, Pedro.
Sagitario nos revela directamente a la consciencia cuáles deben ser las energías, con las que debemos Trabajar. Es conocida su facultad reveladora y profética en el ámbito convencional, y ahora comprendemos que debe ser así, pues la divinidad se está manifestando directamente en la consciencia, indicando el camino a seguir.
16 Designó, pues a los doce: a Simón, a quien puso por nombre Pedro; 17 a Santiago el de Zebedeo y a Juan, hermano de Santiago, a quienes dio el nombre de Boanerges, esto es hijos del trueno; 18 a Andrés y Felipe, a Bartolome y Mateo; a Tomas y Santiago el de Alfeo; a Tadeo y Simón el Celador, 19 y a Judas Iscariote, el que le entregó.
El autor, con sus palabras, parece dar por hecho que debían ser doce los elegidos. Sin duda, su conocimiento en los Misterios de la Obra Divina se está revelando en su narrativa. Doce fueron las Esencias Cósmicas, los Zodiacales, con los que el Creador construyó el universo. Doce son las energías que Jesús reúne para cerrar ese círculo donde crecerá su Obra. Algunas de estas energías la definió muy claramente con el Arquetipo Cósmico con el que iba a trabajar. A Simón le llamó Pedro, es decir, Piedra, aludiendo al signo terrenal de Capricornio, el que daría lugar a todas las instituciones donde se asentaría el cristianismo. A Santiago el de Zebedeo y a Juan que, como hemos dicho en otra parte de esta enseñanza, lo hemos identificado con los signos Sagitario y Piscis, les llamó hijos del trueno, poniendo de manifiesto las cualidades de Júpiter, planeta regente de Sagitario y Piscis, al que se le relaciona en mitología con el trueno.
Con Sagitario, la Obra toma sus primeras limitaciones, y no podría ser de otra manera, pues este signo esta regido por el Séfira Binah, el encargado del proceso creador en su fase cristalizadora. Por lo tanto, la faceta de Sagitario, en este sentido, debemos entenderla como el propósito de revelar a la consciencia los Trabajos que debemos realizar. A nivel humano, nuestra aportación sagitariana nos llevará a mostrar el camino a aquellos que verdaderamente buscan.
El orden en el que Marcos nos describe los nombres de los discípulos puede carecer de importancia, a no ser porque encontramos un detalle que lo diferencia del orden dispuesto por Mateo y Lucas.
Igualmente, encontramos una aparente contradicción en el orden detallado por Marcos, que nos narra en su Capítulo I, versículo 16, donde especifica claramente que los primeros discípulos fueron los hermanos Simón y Andrés. En el capitulo III, que estamos estudiando, Marcos, coincidiendo con Mateo y Lucas nos dice que, en efecto, Simón, al que llamó Pedro, fue el primer discípulo, sin embargo, a Andrés, lo presenta en cuarto lugar. ¿Por qué? ¿Se trata de un olvido simplemente, o por el contrario, trata el autor de enunciar algún mensaje en lo concerniente al Trabajo Iniciático que representa la Vía del Aire-Andrés?
Un punto en común une a los tres evangelistas a la hora de clasificar a los discípulos, todos ellos, coinciden en la presentación por parejas, a excepción de Simón el Celador y a Judas Iscariote, el que le entregó. No es fruto de la casualidad el que Jesús eligiera a sus discípulos de este modo ya que, con esta disposición natural, estaba siguiendo el modelo adoptado por el Creador en la elaboración del universo, con la ayuda de las Doce Esencias Zodiacales. Esa manifestación de fuerzas duales, hace referencia a las regencias de dos signos de diferentes Elementos por un mismo planeta. Tan solo dos signos, de los Doce, están regidos por un solo planeta, estos son, Leo y Cáncer, Arquetipos que están representados por Simón, el Celador y Judas Iscariote, respectivamente.
¿Por qué es Pedro el primer discípulo elegido? ¿Qué representa esa elección en nuestro desarrollo anímico?
Simón, el discípulo al que Jesús llamó Pedro, está dando vida al Arquetipo de Capricornio. Este signo, astrológicamente hablando, representa la puerta de entrada al Mundo Material. Pertenece al Elemento Tierra y su función es Cardinal, es decir, es la experiencia de inicio dentro del Mundo Físico. Debemos entender con esto, que la consciencia que estamos construyendo, la Crística, tiene como objetivo primordial penetrar en el Mundo de Malkuth-Acción-Tierra-Capricornio, y debe ser así para que el amor se convierta en obra humana.
No olvidemos que el nacimiento de Jesús en la noche más oscura del año -24 de Diciembre-, nos pone de manifiesto su programa espiritual, el de Capricornio. Jesús nace en este mes, y bajo este Arquetipo, para dar un nuevo impulso al mundo cristalizado de Capricornio. Es cierto que, cuando las energías que nacen en el Fuego pasan por el Agua y el Aire, y llegan a la Tierra, tienden a la institucionalización, tanto que se anquilosan, se petrifican -Pedro-, impidiendo a nuevas corrientes, nuevas energías, que puedan ni tan siquiera nacer. Recordemos a Herodes-Capricornio-lo Instituido, matando a los Santos Inocentes, es decir, las nuevas tendencias, que de crecer harían peligrar su obra.
Pues bien, Pedro es la puerta de entrada de nuestro Trabajo Espiritual, el primer peldaño de esa escalera que nos llevará hasta lo más elevado, hasta Dios. Esta es la razón por la que es elegido en primer lugar. Ahora bien, mientras que Mateo y Lucas nos presentan a su hermano Andrés, representante del Elemento Aire en la función de Acuario, Marcos no lo hace así. El nos habla de Santiago y Juan, los hijos del trueno, es decir, los representantes de los signos regidos por el planeta Júpiter, el Dios del Trueno. Estos signos son Sagitario y Piscis.
El estudiante puede reflexionar sobre las características de estos signos con relación a los Trabajos Crísticos, y descubrirá paso a paso el sendero que debemos cubrir siguiendo ese patrón cósmico. Será en cuarto lugar cuando Marcos nos presenta a Andrés. Ese cuarto lugar, en el ámbito cabalístico, nos refiere la etapa de los frutos, la meta culminada. Marcos se ocupa del Evangelio de Aire, y Andrés es el representante de ese Elemento. Por lo tanto, la posición que ocupa en su presentación está aludiendo al fruto que vamos a obtener siguiendo esta Iniciación. Acuario es el signo que nos lleva a la comprensión de las Leyes Cósmicas, a comprender la Organización Divina, nos acerca a la visión de la unidad, del amor compartido. Ese es el camino que nos traza Marcos. Esa es la meta a la que vamos a llegar si seguimos el proceso de su Evangelio.
Otro dato curioso que nos revela Marcos lo apreciamos en las características de Felipe, el acompañante de Andrés. Felipe era el intendente del grupo, el encargado por velar que no faltasen los medios materiales. El cuidaba a la perfección todos los detalles y, aquellos que han leído en la Memoria de la Naturaleza y han estudiado la personalidad de los discípulos, nos describen a Felipe de naturaleza escéptica. Felipe representa sin duda al signo de Tauro. Andrés-Acuario y Felipe-Tauro, esta dualidad nos está describiendo el proceso natural que ha de seguir la energía del Amor. Marcos nos lleva hasta el Aire, como hemos dicho, hasta la comprensión de las leyes divinas, pero este Trabajo va conjuntamente unido a la faceta Tauro, es decir, la teoría debe dar lugar al Trabajo material. El conocimiento Crístico, debe manifestarse en Felipe-Tauro de modo que podamos construir un mundo donde el amor sea una expresión natural y bella. Ese amor debe penetrar en los más mínimos detalles, debe convertirse en nuestro mayor placer.
Kabaleb en su obra "Curso de Interpretación Esotérica de los Evangelios", nos describe la correspondencia entre los discípulos y los signos del zodiaco. En dicho estudio, el autor nos revela cómo la afinidad que une a los signos según sus Elementos, fue seguida por la Obra Crística. Así, vemos como Felipe era amigo de Bartolomé, y gracias a esa simpatía, éste, se integró al grupo. La simpatía a la que aludimos es la misma que encontramos entre Tauro y Libra, pues ambos signos están regidos por el planeta Venus (simpatía). Así pues, Bartolomé representa al signo de Libra.
Andrés, por su parte, eligió a Mateo, el cual se caracterizaba por sus dotes difusoras, por su elocuencia, y por su capacidad de comunicación. El representaba al signo de Géminis, de ahí la relación entre Andrés -Acuario y Mateo-Géminis, signos del mismo Elemento.
Tomás, el discípulo que para creer tuvo que meter la mano en la llaga, fue elegido por Felipe-Tauro. El escepticismo de Tomás, su capacidad critica, pone de manifiesto las cualidades del signo Virgo.
Marcos une en su exposición a Libra y a Géminis, Bartolomé y Mateo. Si aplicamos las fases del proceso creador al orden establecido hasta aquí, tendríamos las siguientes correspondencias:

ESQUEMA DE LA INICIACIÓN DE MARCOS-AIRE
Yod
Capricornio
Pedro
Proposito
Kether
He
Sagitario/Piscis
Santiago-Juan
Trabajo sobre el Cuerpo Emocional
Hochmah
Vav
Acuario-Tauro
Andres-Felipe
Trabajo sobre el Cuerpo Eterico
Binah
2º He
Libra-Geminis
Bartolome-Mateo
Trabajo sobre el Cuerpo Fisico
Hesed

Podemos ver como, en la fase 2º He-Yod, aparece el Elemento Aire nuevamente. Con ello, entendemos algo que ya hemos adelantado en páginas anteriores: que la meta perseguida por Marcos es la comprensión de los Trabajos Crísticos para que se conviertan en una realidad consciente. Esta primera manifestación de fuerzas, podríamos describirlas como el sentido involutivo o propósito de concienciación. A partir de aquí, nuevos Trabajos aguardan, y nuevas energías se prestan para la Obra. Veámoslo:
Ya hemos dicho, que Felipe-Tauro fue quien acercó a Tomas-Virgo a la Obra. Los siguientes en formar parte del grupo fueron los gemelos Santiago y Judas Alfeo. Siendo elegidos ambos por los hermanos Santiago y Juan. Así pues, tenemos que, Santiago-Sagitario eligió a Santiago Alfeo, representante de Aries (afinidad por Elemento), y Juan-Piscis, lo haría con Judas, quien se correspondía con el signo de Escorpio. La condición de gemelos queda representada por la regencia del planeta Marte sobre los signos de su correspondencia, Aries y Escorpio.
Marcos, por su parte, unió a Tomas-Virgo con Santiago-Aries. Esta unificación de fuerzas correspondería al proceso de evolución de la consciencia Crística, entendiéndolo siempre desde el punto de vista de Iniciación. del Aire. Una vez que hemos adquirido la comprensión de la Obra Crística por vía mental, la consciencia adquirida debe movilizarnos para realizar los Trabajos de Virgo-Aries, muerte y nacimiento; o lo que es lo mismo, abandono de lo material y el resurgimiento de una voluntad espiritual.
Sigamos analizando las fuerzas que nos faltan:
Pedro eligió a Simón, el Celador. Las características de Simón le inscriben en la dinámica del signo de Leo. Él se encargaba de elevar la moral a todos aquellos que se encontraban afligidos; era como un sol para sus compañeros y para los que se hallaban sumidos en la oscuridad. La tendencia Pedro-Capricornio debe movilizar las energías de Leo-consciencia para asegurar, de este modo, la fidelidad a la Obra.
Tadeo (Judas el del Alfeo) formó equipo con Simón, el Celador, según la versión de Marcos. Aplicándolo a terminología astrológica, Escorpio y Leo fueron llamados a la Obra conjuntamente para formar parte del proceso de culminación de la consciencia Crística-evolución en su fase Vav, la cristalizadora. Con ello, debemos leer el siguiente mensaje: "la Luz del Amor debe manifestarse en la capacidad gestadora y creadora, de modo que la perfección en la naturaleza de deseo-Escorpio y la fidelidad a la voluntad del Padre-Leo, se conviertan en un poder ejecutivo y transformador".
Por ultimo, Kabaleb nos dice que fue Bartolome-Libra el que eligió a Judas, Iscariote, el representante de Cáncer La personalidad de Judas no era muy definida, más bien vaga. Respondiendo a las características del signo que rige, era una persona tímida y oscura, dotado de una gran cultura y de una capacidad mental y memoria excelentes. Como Yesod-Luna-Cáncer, cuya función le lleva a ser depositaria de las energías procedentes de los demás centros, Judas era el encargado de custodiar los tesoros del grupo. Judas-Cáncer adquiere protagonismo en la fase final de todo ciclo creador. Sefiroticamente, Yesod-Cáncer-Luna es el noveno Séfira, realizando funciones de "parturienta" de las energías creadoras una vez formadas. Es por ello que, Judas-Cáncer aparece como el último elegido. En el proceso que estamos describiendo, vemos que corresponde a la fase 2º He-Yod, en la cual la Obra alcanza su meta final. Si la puerta de entrada estaba representada por Capricornio-Pedro, el punto de llegada esta escenificado por Cáncer-Judas. Ambos signos forman parte de un mismo eje.
Debemos entender pues, que la consciencia Crística debe comenzar su andadura en Capricornio, en nuestro Mundo Material, en nuestras acciones. Esta Obra se llevará a cabo gracias a la labor de Cáncer-Yesod-Judas quien, al derramarse en el mundo, vendiendo su alma, abrió el camino que llevó a Jesús a fundirse en el mundo que había conquistado.
Recorremos, con este punto, un proceso que nos lleva a comprender las diferentes Fuerzas que colaboran en la construcción de la Personalidad Sagrada-Crística. Cada uno de esos Apóstoles, representando un Elemento Primordial, nos está revelando las cualidades que debemos desarrollar y adquirir para ser "Obreros del Amor". No serían los únicos en seguir a Cristo y, aunque el autor no lo describe, también la naturaleza femenina se encontraría entre sus fieles seguidores. El que todos los evangelistas coincidan en la presentación de tan solo Doce hombres, responde a la dinámica de las Fuerzas Constituyentes del Universo. Lo masculino, representa las Fuerzas activas, mientras que lo femenino, representa las fuerzas pasivas.
INVOLUCIÓN: Yod-Capricornio. He-Sagitario-Piscis. Vav-Acuario-Tauro. 2ºHe-Yod-Libra-Geminis
EVOLUCIÓN: He-Virgo-Aries. Vav-Escorpio-Leo. 2º He-Yod-Cáncer.